Un intento de análisis sobre la tragedia del “Tercer mundo”.
El análisis que trataremos de hacer es el de las causas, es decir, un macro
análisis, el de un sistema que nos ha sumido en la tragedia de la miseria;
dejando en claro que nuestra convicción es que el pozo cada vez es más profundo
y, contrariamente a lo que opinan otros, este pozo no tiene fondo, nunca
dejaremos de descender hasta que las causas de tal tragedia no sean abolidas.
Utilizaremos el término “Tercer Mundo” para marcar la gran distancia que hay
con el auto denominado “Primer Mundo”, sin por ello renunciar a la connotación
que tuvo este término hasta la caída del bloque “socialista”.
Ante todo debemos tener en cuenta que tanto África como Latino América nunca
dejaron de ser colonias, solo pasaron de dueños en dueños o, para ser más
claros, de dominador en dominador; cualquier atisbo de independencia real fue
salvajemente destruido y las “naciones” que lo intentaron sufrieron
consecuencias lamentables y “educativas”.
A partir de esta premisa podemos centrarnos en la intensificación de las
políticas económico-sociales implementadas para el mundo todo; comandadas por
los grandes grupos económicos cuyo basamento ideológico es el capitalismo. Esta
idea es la que más se adecua al modelo colonialista histórico de Europa y su
más directo hijo: E.E.U.U.
El sometimiento del Sur se ha intensificado en años recientes, sobre todo en
los territorios antes citados (Latino América y África) las dos víctimas
básicas del principio de la conquista.
El Abismo entre ricos y pobres se duplicó en 1990 con respecto a 1960, y a su
vez volvió a incrementarse (en una proporción que, de mínima, se ubica en el
doble) la brecha entre 1990 y 2000. Esto es debido a la política neo-liberal
impuesta a las colonias tradicionales, mientras veinte de los veinticuatro
países industriales son más proteccionistas hoy que hace una década atrás y
mucho más que en 1980. Se combate el nacionalismo en los países del “Tercer
Mundo”, pero alguien puede poner en duda el nacionalismo de E.E.U.U., de
Francia, Japón; Inglaterra, España; Italia, etc.; creo que sólo un necio podría
negarlo.
Según cálculos del Banco Mundial, las medidas proteccionistas de los países
industriales (que corren paralelas a la rimbombante apología del mercado libre)
reducen los ingresos nacionales del Sur en una cantidad que supone el doble de
la “ayuda al desarrollo” , política oficial destinada a imponer el modelo ya
que en realidad es una forma de promocionar la exportación desde los países
industrializados hacia las colonias y que está dirigida, ante todo, hacia los
sectores más ricos de estos últimos.
Pero no todo fue aceptado sin resistencias; el Sur ha intentado contrarrestar
estas tendencias por diversos medios. La Comisión Sur, formada por ministros de
planificación, economistas, dirigentes religiosos y otros; publicó en 1990 un
estudio en el que se pasaba revista a la catástrofe general del capitalismo en
los últimos años, que ha devastado a grandes sectores de los territorios
coloniales tradicionales. El informe indica que hubo algunos gestos favorables
a los intereses del “Tercer Mundo” en la década de 1970, estimuladas sin duda
por la preocupación ante la nueva firmeza del Sur después de la subida de los
precios del petróleo de 1973. Al cesar la amenaza, los ricos perdieron interés
y pasaron a una nueva forma de “neo-colonialismo”, monopolizando el control de
la economía mundial, socavando los elementos más democráticos de Naciones
Unidas, y, procediendo en general a institucionalizar el estatus de “segunda
clase del Sur”. La pauta es coherente, resultaría asombroso que no fuese así.
Volviendo a la Comisión Sur, esta pedía un “nuevo orden mundial” que
respondiera a “la petición del Sur de justicia, equidad y democracia en la
sociedad mundial”. Pero se desoyó la petición (y seguirá sin ser atendida a
menos que se produzcan cambios muy importantes donde el poder reside). En vez
de escuchar la voz del Sur, la que sí se escuchó fue la de George Bush que tomó
“prestada” la frase “nuevo orden mundial” pocos meses después como parte de la
retórica cobertura necesaria para la guerra de E.E.U.U. y el Reino Unido en el
Golfo Pérsico.
Lo que surgirá no será un orden mundial que responda a peticiones de justicia,
equidad y democracia; sino “la nueva era imperial” que proclama la prensa
financiera internacional, un sistema global orquestado por los ejecutivos del
G-71 el F.M.I.2 y el Banco Mundial3; el G.A.T.T.4 y los intereses empresariales
y financieros en general.
El “Tercer Mundo” padece una miseria creciente, pero no los sectores de él que
sirven a sus amos y que pueden confiar por ello en la intervención violenta y
en la subversión si la “chusma” se atreve a levantar cabeza.
Estos sectores reducidos y sumamente privilegiados están contentísimos con las
políticas neo-liberales que les enriquecen, aunque devasten sus países.
El poder.
Luego de las palabras de Churchill: “... el gobierno del mundo debe confiarse a
las naciones satisfechas (...) a hombres ricos que vivan en paz en sus moradas
(...) a hombres cuyo poder nos situó por encima de los demás”, podemos resumir,
sin ser especialistas en ciencia política, que es evidente que el orden que
persiguen depende del hecho que se pueda obligar de algún modo a los estratos
recién movilizados a volver a una condición de pasividad y derrotismo.
Analizando con más profundidad podemos ver que existen dos focos de poder: a)
el gobierno, b) el sector privado. La segunda de estas fuerzas debe estar
velada, sus derechos y su poder no sólo han de ser indiscutibles sino
invisibles, parte del orden natural de las cosas.
El gobierno mundial de facto está perfectamente aislado de la intromisión popular
o del conocimiento del público. ¿Quién conoce las decisiones cruciales de los
negociadores del G.A.T.T. o del F.M.I., que tanta importancia tienen en la
sociedad mundial?, o ¿alguien sabe algo sobre las decisiones de los bancos y
las grandes empresas supra-nacionales que dominan la producción, el comercio y
las condiciones de vida a escala mundial?
El gobierno mundial de facto tiene que consagrarse a garantizar que los
recursos humanos y naturales del mundo estén a la libre disposición de los
bancos y las empresas supra-nacionales que controlan la inversión, la
producción y el comercio; con sus operaciones protegidas del conocimiento o de
la intromisión popular.
Medios de comunicación. Control de la mente pública.
Para el gobierno de facto mundial es necesario controlar el pensamiento y la
opinión, destruir en la comunidad y en el lugar de trabajo las organizaciones
que podrían proporcionar oportunidades e influencia a la gente que no conviene
que las tengan.
Estas organizaciones permiten que personas con recursos limitados se unan para
defender sus objetivos y proyectos, o incluso para llegar a entenderlos. Los
individuos deben estar solos, enfrentándose al poder centralizado y a los
sistemas de información de forma aislada para que no puedan participar de
ningún modo significativo en la administración de los asuntos públicos. El
ideal es que cada individuo sea un receptor aislado de propaganda, solo frente
al televisor, desvalido ante dos fuerzas externas y hostiles: el gobierno y el
sector privado; con su derecho sagrado a decidir el carácter básico de la vida
social.
Los medios de comunicación, principalmente la televisión, son los que presentan
una imagen de la vida tal como habría que vivirla según el punto de vista de
los que mandan. Todos deberíamos ser consumidores felices y consumir lo más
posible. Pero, por supuesto, a nadie le interesa si uno tiene que luchar en el
trabajo (si es que lo tiene), sus problemas existenciales, etc., eso queda para
uno al final del “programa”.
Todo esto lleva intercalados, además, montones de anuncios publicitarios que
procuran convencer, sobre todo a los más jóvenes, que lo mejor que pueden hacer
es gastar hasta el último centavo que tengan. Otro aspecto es la distracción
pura y simple de la “chusma”. Se la tienen que quitar de encima. Basta con que
se consiga que presten atención a otra cosa, no a los asuntos públicos que no
son cosa suya. Por lo tanto hay que procurar que se distraiga con el deporte,
la sexualidad, la violencia; con lo que sea. Cualquier cosa, siempre que no sea
algo que los ayude a participar en el control de sus vidas.
Existe también el adoctrinamiento directo, es decir, ofrecer una imagen del
mundo que se ajuste a la ideología dominante. Suele estar dirigido a los
miembros de las clases “cultas”, a aquellos que han de tomar decisiones que
puedan influir algo, son los dirigentes: empresariales, culturales, políticos,
etc. Es muy conveniente que crean lo que tienen que creer porque disponen de un
cierto margen de maniobra. Así que la propaganda principal y más esmerada va
dirigida a las clases “cultas”. Luego de unos estudios se llegó a la conclusión
que cuanto más alto es el “nivel cultural”, mayor es la ignorancia de los
hechos. Lo que no resulta demasiado sorprendente; es, en realidad, bastante razonable,
y hay muchísimos resultados similares en otros estudios. Como a la “chusma”
simplemente se la ignora, su propia experiencia le dice como es el mundo en
realidad; mientras quienes tienen estudios han sido educados y adoctrinados en
la idea, y por ello, muy a menudo, han asimilado una imagen falsa del mundo
debida a la influencia del sistema educativo, de los periódicos, etc.; es decir
a los instrumentos de control ideológico.
En nuestro país se está produciendo un proceso extremadamente peligroso, ¿sabían
que la mayoría de las editoriales, discográficas y emisoras televisivas son
extranjeras?, ¿qué se implementó un plan de ahogo hasta la desaparición de las
locales?, ¿qué significaría esto?, simplemente que ya no somos libres de
editar, grabar, producir y por supuesto leer, ver ni escuchar nada; todo pasa
por el filtro de un estricto control ideológico.
Otro tema es el cine, donde somos “inundados” por producciones afines al
sistema. Veamos que tan grande es su penetración cultural y su poder de demolición
de estructuras de pensamiento y de confusión de las “mentes preparadas”.
Comenzaremos con las bélicas; en las décadas del 50 y 60 se rodaron películas
en donde se pretendió demostrar y vaya si lo lograron que los alemanes y
japoneses eran los únicos seres peligrosos para el sistema de libertades (no
vamos a negar el extremo grado de irracionalidad y salvajismo de los nazis)
pero ¿y las atrocidades cometidas por los aliados?, por cierto que no fueron
menores, ¿cuánto se ha dicho de Hiroshima y Nagasaki?. Apenas una conmemoración
anual donde las críticas son muy tibias, ya que en este caso en especial, luego
de la guerra, el gobierno japonés se integró plenamente al sistema capitalista.
En la década de los 70 y principalmente de los 80 el cine se volcó a Vietnam.
Las hubo justificando lo hecho. Pero nos interesa hablar de las supuestamente
“críticas”. Dentro de las primeras se encuentran Rambo y todas sus partes, con
Stallone a la cabeza (gran amigo de Reagan), y en las segundas; ¡Ay, Oliver
Stone!, cuanta gente te creyó y te cree un crítico del sistema, un referente
progresista. Con algunos títulos nos basta para corroborar nuestra teoría:
“Pelotón”, ¡que malos son los yankis, que bien los retrató Stone, pero ¿y la
gente que subliminalmente entendió el mensaje?, “ojo, somos muy malos y vean lo
que hacemos con los que se nos oponen”; “no nos importa la gente, sean estos
norte americanos o vietnamitas, nos importa el sistema”. Y así muchas: “Nacido
el 4 de julio”, “Apocalipsis Now”; los títulos son muchos, el efecto logrado
uno: la demostración de la impiedad para con los opositores. Terrorismo de
estado al más alto nivel, miedo, terror a oponerse.
Otro tema es el narcotráfico, todos los jefes son latino americanos, Latino
América es la culpable del narcotráfico, y por eso deben intervenir
militarmente en la región. De esta manera se justifica la presencia militar
norte americana en Panamá, Colombia, Perú, Bolivia; la D.E.A.5 desembarcando en
Argentina. Se ingresa para “combatir el narcotráfico”, pero se alojan para
hacerlo contra cualquier levantamiento popular en la región.
Y para dejar el tema del cine quisiéramos hacer una referencia a las referidas
al aumento de la delincuencia “criminalidad” en E.E.U.U., los negros, los
latinos, los asiáticos y algunos blancos disgustados con el sistema y empujados
por este hacia la “criminalidad”, (en nuestro país también se han rodado muchas
por el estilo), son retratados como seres oscuros, malvados, perniciosos para
la “buena sociedad”; por lo que es preciso eliminarlos.
Hay otro método, ya analizado en parte, que consiste en separar a las personas,
mantenerlas aisladas, evitar que se organicen. Si esto se logra, la gente llega
al punto de no saber que pensar, no puede tener ideales compartidos ni tampoco
en el caso de tenerlos, realizarlos; no se siente capaz de hacer nada por
ellos. Es muy importante para el sistema destruir las organizaciones y aislar
al ciudadano.
Las dos democracias.
Existen en realidad dos sistemas “democráticos”: el proclamado, cuando ofrece
posibilidades para que la generalidad de la población juegue un papel
significativo en la administración de los asuntos públicos; y el real (por lo
menos para nosotros “los dominados”) que se utiliza para control doctrinal, el
contraste, la sociedad es democrática cuando imperan los procesos empresariales
sin interferencias de la “chusma” importuna.
Esta última acepción se apoya en el sistema capitalista; el cual demostró ser
inviable desde hace más de setenta años. Ahora lo es sólo en el sentido
ideológico, o en el material que se produce para el “Tercer Mundo”, al que
quieren terminar de robar y destruir. En cuanto al capitalismo liberal, lo
cierto es que toda esa palabrería y sistemas de mercado son sólo fantasías
ensoñadoras. Si miramos atrás en la historia de la economía hay algunas
lecciones muy claras; todo país rico y poderoso, sin excepción, ha conseguido
serlo violando esos principios. Todo país que ha seguido los principios
liberales capitalistas ha sido un completo desastre. En realidad en el único
sitio que se siguen es en el “Tercer Mundo”; de hecho están destinados a él,
para que resulte más fácil robar a la gente.
Este concepto de democracia se basa en la diferenciación en dos clases extremas
de la población. Están los que se llaman “hombres responsables” que son
“hombres de virtud” y los “hombres de más calidad”, ese grupo es muy pequeño y,
por supuesto, todo el que expone esas ideas forma parte siempre de ese grupo
por definición. Esos hombres responsables son los que tienen el deber de
administrar y dirigir la sociedad. Luego está el pueblo en general al que se
puede describir como “un rebaño desconcertado”. Los dos tienen una función en
el sistema: mientras los primeros rigen las instituciones de la “democracia” y
no “un estado totalitario”; los del “rebaño” son espectadores sin participar en
la acción. Se les asigna un cierto papel, se les permite apoyar periódicamente
a un miembro u otro de la clase “responsable”; lo que se llama elecciones. Tras
eso deben irse a su casa y permanecer callados.
Ahora bien, hay una amenaza constante para este sistema. Aparece muy claramente
identificada en los documentos internos de planificación estadounidenses. La
amenaza mayor para E.E.U.U. como brazo ejecutor de esta política, son los
regímenes radicales y nacionalistas del “Tercer Mundo” que se verán sometidos a
presiones de las masas de su población para que suba el nivel de vida y se
diversifique la producción para cubrir las necesidades domésticas. Y la amenaza
se hace mayor si un país se mueve en una dirección independiente y muestra
algún signo de éxito real; entonces se convierte en un virus capaz de infectar
a otros. Así el Chile de Allende, por ejemplo, se describía como un virus que
iría infectando a otros hasta llegar incluso a Italia. No es que Kissinger
creyese que “las hordas” de Allende caerían sobre Roma, pero si pensaba que
transmitiría un mensaje peligroso a “las hordas” italianas; el que se pueden
introducir reformas sociales democráticas a través de procedimientos
parlamentarios. Era un virus que podía infectar a otros. Nicaragua era un
virus, Vietnam era un virus; y todos han sido destruidos. Cuando se tiene un
virus las cosas se ponen feas. Hay que acabar con él y vacunar a todos aquellos
que lo rodean para que vean claro que se trata de un virus. Una vez destruida
la amenaza, se imponen estados terroristas alrededor. Los estados neo-nazis de
seguridad nacional de Latino América, que se extendieron por la zona a partir
de la administración Kennedy, fueron una tentativa de responder al virus cubano.
Y sucedió lo mismo en el sureste asiático, luego del virus chileno creemos que
es redundante y evidente la imposición de los terrorismos de estado de las
décadas del 70 y 80, es una pauta característica.
La “crisis de la democracia”.
En la década del 60 el “populacho” se soliviantó en todo el mundo occidental y
empezó a participar en la actividad política. Grupos de todo tipo, por lo
general apáticos y pasivos, dóciles y serviles con los amos; empezaron a alzar
sus voces y a organizarse, a plantear reivindicaciones en el campo de la
política y a actuar para hacerlas efectivas. Eso dio origen a un estudio de la
Comisión Trilateral (creada por David Rockefeller en 1973). Era una comisión
trilateral porque se reconoció la nueva realidad política y económica del
mundo, sobre todo que hay tres centros básicos. Representaban a los grupos
elitistas (intelectuales, dirigentes empresariales y otros) de los tres centros
principales: Europa, E.E.U.U. y Japón. Este grupo, como reacción a la
insurrección de la “chusma” en los años sesenta, se reunió y publicó un libro
titulado “La crisis de la democracia”. En este libro, los representantes de
Japón, E.E.U.U. y Europa describieron la crisis como el hecho de que gente, por
lo general marginada (jóvenes, mujeres, minorías y otros de todo tipo),
pretendiera reivindicar sus derechos y organizarse para conseguirlos.
Describieron esto y esa era “la crisis de la democracia”.
Puede ser que los ingenuos piensen que democracia es eso, pero sólo si el
término es utilizado en sentido auténtico. Si se utiliza en el sentido
ideológicamente correcto para el sistema supone una amenaza a la democracia
porque pone en peligro lo principal: el poder empresarial. Y la comisión lo
identificó como una amenaza, una crisis que era preciso resolver. Y para ello
propusieron diversos métodos para imponer a la democracia, según sus propias
palabras, una “mayor moderación”.
En la década de los ochenta, estos grupos que intentaban defender sus intereses
en la esfera pública tuvieron que volver a su obediencia y su pasividad
tradicionales, porque esto permite sobrevivir a la democracia. Lo que es
correcto, repito, de acuerdo con lo que la elite entiende por democracia.
Conclusión.
Recordando un pasaje del largo metraje “Malcom X”, en que uno de los presos le
dice a Malcom: “lee el diccionario, es el de los blancos; para hacer de él tu
diccionario, es decir el de los negros; invierte todos los significados y
acepciones”; nosotros, la “chusma”, “el populacho”, los “seres superfluos” del
sistema democrático liberal neo-colonial, deberíamos invertir los factores de
la ecuación. Debemos agruparnos, defendernos de un sistema económico-social
perverso y destructivo. No será fácil y cuanto más cerca estemos de lograrlo,
más nos atacarán; pero no debemos amilanarnos; al fin y al cabo somos seres
humanos, pero todavía no lo demostramos.
Notas:
1- (Grupo de los siete: foro político y económico de los siete países
más industrializados del mundo: Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Gran
Bretaña y Estados Unidos. El Grupo nació de un modo informal a raíz de las
reuniones de los ministros de finanzas organizadas en la década de 1970 por el
presidente francés Valéry Giscardd'Estaing y el canciller de la por entonces
República Federal de Alemania Helmut Schmidt. Más tarde, ambos invitaron a
otros jefes de Gobierno a que asistieran con ellos a estas reuniones. En la
actualidad el Grupo (G-7) se reúne una vez al año con el fin de intercambiar
información e ideas, de forma especial en lo relativo a temas económicos, discutir
asuntos de índole internacional y considerar estrategias de actuación común.
Estas cumbres son organizadas por funcionarios, ya que el G-7 no dispone de
sede ni cuenta con una estructura formal),
2- (Fondo Monetario Internacional (FMI), agencia de las Naciones Unidas (ONU)
creada al mismo tiempo que el Banco Internacional para la Reconstrucción y el
Desarrollo (Banco Mundial o BIRD) durante la conferencia monetaria y financiera
de la ONU en Bretton Woods, New Hampshire (1944). El FMI inició sus actividades
en 1947. Tiene como objetivo promocionar la cooperación monetaria internacional
y facilitar el crecimiento equilibrado del comercio mundial mediante la
creación de un sistema de pagos multilaterales para las transacciones
corrientes y la eliminación de las restricciones al comercio exterior. El FMI
es un foro permanente de reflexión sobre los aspectos relativos a los pagos
internacionales; sus miembros tienen que someterse a una disciplina de tipos de
cambio y evitar las prácticas restrictivas del comercio. También asesora sobre
la política económica que ha de seguirse, promueve la coordinación de la
política internacional y asesora a los bancos centrales y a los gobiernos sobre
contabilidad, impuestos y otros aspectos financieros. Cualquier país puede pertenecer
al FMI que hoy cuenta con 179 países.
Los miembros se comprometen a informar al FMI sobre sus políticas económicas y
financieras que afecten al tipo de cambio de su unidad monetaria nacional para
que el resto de los miembros puedan tomar las decisiones oportunas. Cada socio
tiene asignada una cuota de derechos especiales de giro (DEGs), la unidad de
cuenta del Fondo desde 1969; su valor depende del promedio ponderado del valor
de cinco monedas (en marzo de 1994 un DEG equivalía a 1,41 dólares estadounidenses).
Este sistema sustituye al anterior que obligaba a los países a depositar el 75%
de su cuota en moneda nacional y el 25% restante en oro. Las cuotas totales a
finales de 1994 suponían 144.800 millones de DEGs. La cuota de cada miembro
corresponde a su posición relativa en la economía mundial. La principal
economía, la de Estados Unidos, tiene la mayor cuota, en torno a 19.000
millones de DEGs; la más pequeña asciende a unos 2 millones de DEGs. La
cantidad de la cuota establece el poder de voto de cada miembro en las
reuniones del FMI, cuántas divisas pueden obtener del Fondo y cuántos DEGs
recibirá. Así, la Unión Europea posee el 25% de los votos y Estados Unidos en
torno al 20 por ciento. Los miembros con desequilibrios transitorios de balanza
de pagos pueden acudir al Fondo para obtener divisas de su reserva, creada con
las aportaciones —en función de la cuota— de todos los miembros. El FMI también
puede pedir dinero prestado de otras instituciones oficiales; con el Acuerdo
General de Préstamos de 1962 se autorizó al Fondo a acudir a la financiación
del denominado Club de París que concedió un crédito de hasta 6.500 millones de
dólares (más tarde se aumentó el crédito a 17.000 millones). Todo país miembro
del FMI puede acudir a esta financiación con un límite temporal (cinco años)
para resolver sus desequilibrios; después debe devolver las divisas al FMI. El
prestatario paga un tipo de interés para utilizar los fondos de la institución;
el país prestamista recibe la mayor parte de estos intereses, el resto lo
recibe el FMI para sufragar sus gastos corrientes. El FMI no es un banco, sino
que vende los DEGs de un país a cambio de divisas. EL FMI también interviene en
el desarrollo económico de los países, por ejemplo, a los Estados que
integraron el Pacto de Varsovia (disuelto en 1991) para reformar sus economías
y convertirlas en economías de mercado. Para ello, en 1993 se creó una partida
especial transitoria destinada a estos países para “equilibrar” sus balanzas de
pago y a “mitigar” los efectos del abandono del sistema de control de precios.
Los instrumentos de ajuste estructural del FMI exigen a los países menos
desarrollados emprender reformas económicas: a finales de marzo de 1994 se
habían concedido 4.300 millones de DEGs a 44 países. Estos préstamos del FMI
suelen incluir cláusulas relativas a la política económica nacional del país
receptor de la ayuda, que han generado tensiones entre el FMI y los países más
endeudados. Tras su creación en 1946, el FMI hizo una importante reforma en
1962, cuando se firmó el Acuerdo General de Préstamos. Al principio, el Fondo
pretendía limitar las fluctuaciones de los tipos de cambio de las monedas de
los países miembros a un 1% por encima o por debajo de un valor central
establecido respecto al dólar estadounidense que a su vez tenía un valor fijo
respecto al patrón oro; el 25% de las aportaciones de los miembros debía
hacerse también en oro. La primera reforma permitió la creación del Acuerdo
General de Préstamos, firmado en 1962 al hacerse evidente que había que
aumentar los recursos del Fondo. En 1967, la reunión del FMI en Río de Janeiro
creó los Derechos Especiales de Giro como unidad de cuenta internacional. En
1971 el sistema de cambios del FMI se reformó devaluando el dólar en un 10% y
ampliando al 2,25% el margen de variación de los tipos de cambio. El fuerte
aumento de los precios del petróleo en 1973 influyó de forma negativa sobre la
balanza de pagos de los países miembros y rompió el sistema de tipos de cambio
fijos creado en Bretton Woods. La modificación de los estatutos en 1976 terminó
con el papel del oro como eje del sistema de cambios del FMI, forzando al
abandono del patrón oro que ya en 1978 había sido sustituido por el dólar
estadounidense. A partir de 1982, el FMI dedicó la mayor parte de sus recursos
para intervenir en las crisis de las deudas externas generada por el excesivo
endeudamiento de los países menos industrializados. Obligó a los endeudados a
diseñar programas de ajuste estructural, respaldando esta intervención con
nueva financiación. Al mismo tiempo, animó a los bancos comerciales a
incrementar sus líneas de crédito. A medida que se hacía patente que los
problemas de los países miembros se debían a desajustes estructurales, el FMI
creó nuevos instrumentos financieros y utilizó fondos provenientes de los
países en mejor situación para facilitar liquidez a largo plazo a los que
estuvieran dispuestos a reformar sus economías. El FMI tiene nuevas
competencias desde finales de la década de 1980 con el colapso del comunismo en
Europa y la tendencia de los países ex-comunistas para convertir sus economías
en economías capitalistas. Para poder intervenir en estos países se crearon
nuevos fondos para reformar las economías planificadas de los países de Europa
Central y Oriental. El FMI ha perdido en gran medida su estructura y sus
objetivos iniciales; los tipos de cambio se determinan ahora en función de las
fuerzas del mercado. Los actuales sistemas de control de cambios, como el
mecanismo de tipos de cambio del Sistema Monetario Europeo (SME), están
vinculados a programas de convergencia diseñados para poder crear una moneda
internacional, pero la crisis del SME en 1992 demostró la impotencia relativa
del Fondo para hacer frente a los problemas cambiarios de las actuales
economías desarrolladas. La crisis financiera de México en 1995 dejó patente
una vez más que los fondos del FMI no son suficientes para controlar los flujos
de capitales privados de la economía mundial. No obstante, sigue ostentando un
papel importantísimo en el desarrollo económico de los países menos
desarrollados al dirigir la transición hacia una economía mundial integrada.La
Junta de Gobernadores, compuesta por las autoridades monetarias de cada uno de
los países miembros, es el órgano rector del FMI. Las operaciones diarias las
lleva a cabo una junta ejecutiva compuesta por 22 miembros que representan a un
grupo de países o a un país. El director gerente preside la junta ejecutiva. La
sede del Fondo se encuentra en la ciudad de Washington.
3- Banco Mundial. Luego Banco Internacional para la Reconstrucción y el
Desarrollo. Banco Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo (BIRD),
también conocido como Banco Mundial (BM) o Banco Internacional para la
Reconstrucción y el Fomento (BIRF); agencia especializada de las Naciones
Unidas (ONU) creada durante la Conferencia de Bretton Woods en 1944, en la cual
se creó otra agencia de la ONU, el Fondo Monetario Internacional (FMI). Los
principales objetivos del banco, tal y como establecen sus estatutos, consisten
en "ayudar a la reconstrucción y el desarrollo de los países miembros
facilitando la inversión de capital productivo y promoviendo la inversión
extranjera privada, proporcionando avales o ayudas para financiar los préstamos
y complementar la inversión privada mediante financiación, con su propio
capital, de proyectos productivos". El banco sólo concede préstamos a los
países miembros para financiar proyectos concretos. Para que un país obtenga un
préstamo, los asesores y expertos del banco analizan su economía para asegurar
que cumple las condiciones impuestas por la entidad. Estas condiciones
pretenden garantizar que los préstamos se utilizarán de modo productivo y que
se podrán devolver. El banco exige que el prestatario no pueda conseguir la
financiación que necesita de ninguna otra institución y que el proyecto sea
técnica y económicamente viable. Para asegurar la devolución, los gobiernos
tienen que garantizar dentro de sus territorios los créditos privados. Una vez
concedido el préstamo, el banco exige unos informes periódicos, realizados
tanto por el país prestatario como por los propios observadores de la entidad,
sobre la utilización de los fondos y los adelantos del proyecto. Al principio,
los préstamos concedidos por el banco estaban destinados a los países europeos
para reconstruir las industrias devastadas por la II Guerra Mundial. Sin
embargo, a partir de finales de la década de 1960 la mayoría de los préstamos
se conceden a países en desarrollo de África, Asia y América Latina. La
principal fuente de recursos del banco proviene de la venta de sus acciones o
participaciones del capital. Cada país miembro debe comprar una cantidad mínima
de acciones que depende de su peso relativo en la economía mundial. Los fondos
suscritos no se depositan en su totalidad en el banco; sólo el 8,5% del capital
suscrito debe depositarse. El resto se depositará a petición del banco cuando
necesite liquidez, pero nunca se ha llegado a producir este caso. El banco se
financia emitiendo bonos y otros títulos valores en los mercados de capitales
internacionales, cobrando los préstamos concedidos y con los beneficios que
obtiene de otras operaciones. Desde 1947 el banco tiene beneficios
sustanciales. Todos los poderes del banco se concentran en la Junta de
Gobernadores, compuesta por un representante de cada país miembro. La Junta se
reúne al menos una vez al año. Los gobernadores relegan gran parte de sus
competencias a una junta ejecutiva de 21 directores que se reúnen de forma
periódica en la sede del banco en la ciudad de Washington. De éstos, cinco son
nombrados por los cinco países con más acciones del banco. Los 16 restantes son
elegidos por los gobernadores de los demás países por un periodo de dos años.
Los directores ejecutivos dependen del presidente del banco al que eligen por
un mandato de cinco años y no puede ser ni un gobernador ni un director
ejecutivo. Del Banco Mundial dependen la Corporación Internacional de Finanzas
(CFI), creada en 1956 y la Asociación Internacional de Fomento (AIF), creada en
1960. Para pertenecer a alguno de estos dos organismos es indispensable ser
miembro del banco. Las tres instituciones tienen el mismo presidente y las
mismas juntas de gobernadores y de directores ejecutivos. La AIF es la
institución encargada de canalizar los préstamos que concede el banco,
otorgando financiación para proyectos de desarrollo a los países que no pueden
pagar los tipos de interés de mercado. Los créditos blandos que concede la AIF
tienen un plazo de amortización mayor que los del banco y no devengan intereses,
excepto una cuota anual del 0,75%. La financiación de la AIF proviene de las
suscripciones que realizan los países más prósperos y de las propias
transferencias del banco. Las tres instituciones son, en lo jurídico y en el
plano financiero, independientes, pero el banco y la AIF comparten el mismo
personal laboral. La CFI tiene personal propio, pero utiliza los servicios
administrativos y de asesoría del banco. Para formar parte de estas tres
instituciones es indispensable pertenecer al Fondo Monetario Internacional
(FMI). El Banco Mundial ha sido muy criticado durante los últimos años por sus
escasos resultados para fomentar el desarrollo económico, sobre todo en lo que
concierne a los aspectos sociales y medioambientales negativos de los programas
realizados en los países del Tercer Mundo. Los efectos han sido todo lo
contrario de lo proclamado.
4- Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio (GATT), tratado firmado en la
Conferencia Arancelaria de Ginebra en 1947 por los representantes de 23 países
no comunistas. El principal logro de este acuerdo fue la creación de un foro
internacional dedicado al aumento del comercio multilateral y a la resolución
de los conflictos comerciales internacionales. Este acuerdo sustituyó a una
propuesta de creación de una Organización Internacional de Comercio de las
Naciones Unidas que no se constituyó debido a las tensiones generadas por la
Guerra fría. El GATT entró en vigor en enero de 1948, y se fueron adhiriendo
paulatinamente más países. En 1988, 96 países, que acaparaban la mayor parte
del comercio internacional, pertenecían al GATT, mientras que otros tenían
acuerdos particulares incluyendo adhesiones de facto al tratado. Los miembros
del GATT han llevado a cabo, desde 1947, ocho conferencias arancelarias,
denominadas "rondas". La séptima ronda, conocida como Ronda Tokio,
finalizó en 1979. La octava conferencia arancelaria, denominada Ronda Uruguay,
se inició a finales de 1986 y se clausuró tres años más tarde, en 1994, con un
acuerdo que incluía la sustitución del GATT por la Organización Mundial del
Comercio. Los miembros del GATT estudiaron y propusieron medidas que
minimizaran las barreras comerciales, tanto las nuevas como las ya existentes,
incluyendo la reducción de los aranceles a la importación, así como los contingentes
de importación, aboliendo los acuerdos comerciales preferentes entre los países
miembros. Las concesiones arancelarias se negociaban bajo el principio de
reciprocidad. Una concesión arancelaria respecto a un determinado producto se
aplicaba a todas las partes contratantes, aunque se podía pedir una cláusula de
salvaguarda para retirar una concesión inicial en caso de que la reducción
arancelaria provocara graves problemas a la industria nacional (solo utilizada
por las partes más “desarrolladas”). Una de las características fundamentales
del GATT es el principio de no discriminación comercial entre los países
miembros. Todos los países adheridos al GATT acordaron una política de nación
más favorecida entre todos los miembros. Las naciones integrantes acordaron
tratar a todos los demás miembros de la misma manera. Todos los aranceles,
reducidos o no, se incluían en esta política. Los miembros del GATT persiguen,
en teoría, la abolición de todas las barreras proteccionistas no arancelarias.
El primer intento de supresión de estas barreras se llevó a cabo durante las
conversaciones de la Ronda Kennedy (1962-1967). Durante las rondas Tokio y
Uruguay se volvió a insistir en la necesidad de reducir estas barreras. Las
primeras reformas importantes del Tratado se ratificaron en 1955. Los países
miembros acordaron tomar medidas más severas respecto a los subsidios a la
exportación y a la limitación de las importaciones. Durante la década de los
años 60, el GATT fue reformado de nuevo con el fin de reflejar el creciente
interés que los países desarrollados tenían en lo que respecta a los problemas
comerciales de los países menos desarrollados. Gracias a estas reformas, los
países más desarrollados no estaban obligados por el principio de reciprocidad
a corresponder a las concesiones arancelarias hechas por otros miembros. En la
Ronda Uruguay se realizó la reforma más importante: la sustitución del GATT por
la Organización Mundial del Comercio (OMC). Aunque se creó para reemplazar al
GATT, la OMC incorpora todas las medidas del tratado original y las posteriores
reformas, revisadas y mejoradas, denominándose “GATT 1994“. La OMC amplía el
mandato del GATT a nuevas áreas, como el comercio de servicios y de la
propiedad intelectual, y proporciona un marco legal a nivel internacional para
reforzar las medidas del GATT. Puesto que la OMC desarrolla el Acta Final de la
Ronda Uruguay, está, de hecho, perpetuando la organización y decisiones del
GATT bajo una nueva estructura reforzada. De hecho, el GATT en sí no era más que
un tratado provisional administrado por una secretaría improvisada, pero ha
sido transformado de manera efectiva en una organización internacional con
plenos poderes.
5- D.E.A. departamento militarizado de los E.E.U.U. de lucha contra el
narcotráfico.
1 comentario:
el capitalismo es todo una farsa y la politica ficcion que lo sostiene produce esa civilizacion de carton piedra en que vivimos
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