martes, 2 de septiembre de 2014

El cine y Borges.



Los cuentos de Borges que fueron llevados al cine o a la televisión merecen ser revisados, este texto tratará de ser una reflexión sobre el artista, su intención, (si es que la tuvo), al escribir un cuento, los lectores y la interpretación de ellos sobre la obra, (en algunas ocasiones muy diferentes de la intención primigenia de su autor). El caso que me llamó la atención, por sobre los demás, fue el de "Hombre de la esquina rosada". Veamos que dijo su autor en una entrevista: "Además, tuve la desgracia de escribir un cuento totalmente falso: " Hombre de la esquina rosada". Y aunque después escribí otro cuento. "Historia de Rosendo Juárez", como una suerte de palinodia o de contraveneno, no fue tomado en serio por nadie. No sé si lo leyeron, o simularon no haberlo leído, o si lo tomaron por un mal momento mío. El hecho es que yo quise referir la misma historia tal como pudo haber ocurrido, tal como yo sabía que pudo haber sucedido cuando escribí "Hombre de la esquina rosada" en 1930, en Adrogué. La escena de la provocación es falsa; el hecho de que el interlocutor oculte su identidad de matador hasta el fin del cuento es falso y no está justificado por nada; el lenguaje es, de tan criollo, caricatural. Quizás haya una necesidad de lo falso que fue hallada en ese cuento. Además, el relato se prestaba a las vanidades nacionalistas, a la idea de que éramos muy valientes o de que lo habíamos sido; tal vez por eso gustó. Cuando yo tuve que leer las pruebas para una reedición lo hice bastante abochornado y traté de atenuar las "criolladas" demasiado evidentes o, lo que es lo mismo, demasiado falsas". Bien, hasta aquí las palabras del autor sobre su obra, pero ¿no fueron las "criolladas", los hechos falsos y ese espíritu nacionalista los que transformaron a la película de René Múgica de 1961, en una de las llamadas "de culto" por los críticos nacionales e internacionales? Es sabido que Borges aprobó la película por considerar que el guión respetaba casi hasta la literalidad su cuento, pero tal vez don Jorge Luis consideró, que con la traducción en imágenes de su obra, se comprendería el verdadero sentido del cuento, pero no, sólo sirvió para afirmar aún más el concepto previo. Muy significativo es el hecho que un escritor de la talla de Jorge Luis Borges, haya tenido que, no en forma explícita, pero tampoco con ausencia de energía, tratar de explicar que su intención era la opuesta a la interpretación que dio primero el lector y luego el espectador. Queda aquí muy claro que un país no sólo necesita un gran escritor como Borges, sino una educación acorde para poder comprenderlo, pero ese es otro tema.

No hay comentarios: